miércoles, 28 de marzo de 2012

No me cerréis los ojos




No me cerréis los ojos,
os pido cuando yo muera,
que quiero seguir mirando
el nogal y la palmera.

Y si mi boca callara
desencajada de espanto,
dejarla que diga al menos
a qué huelen los naranjos.

No me quitéis los zapatos
al llegar al camposanto,
por si mis pies algún día
volvieran por estos pagos.

Y mis manos, os suplico,
no las coloquéis sumisas
sobre mi pecho abatido.
Morir quisiera empuñando
el sueño de haber vivido.

3 comentarios:

  1. Es precioso este poema, me has recordado a M.Herández y A.Machado...

    También eres poeta, lo haces muy bien...

    No me olvido de ti y te he visto por ahí en los vídeos leyendo...Me gustaría haber estado...Pero tengo a mi madre pachucha y no tengo demasiado tiempo...
    Besicos.

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  2. Precioso, Si Machado viviera, te lo fusila. Pero no te pongas tetrico...todavia. Un abrazo

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  3. Juan Pedro Martinez30 de marzo de 2012, 20:05

    Genio y figura hasta la sepul-
    tura.

    Un abrazo

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